Lo habitual es elegir entre modelos previamente diseñados para tus invitaciones, pero siempre está la opción de personalizar las tuyas. Se trata de trabajar con un(a) profesional de las manualidades para dominar el tema. Tal vez eres una persona visual que tiene una creación específica en mente; o te has dado cuenta de que las opciones que existen no son la combinación perfecta para tus gustos. Los materiales por encargo pueden ser la clave para conseguir la opción idónea para el estilo de tu boda. Pero antes de comprometerte con un proyecto personalizado, ten en cuenta el presupuesto de tu boda y el tiempo que tomará el proceso. Te damos consejos para que puedas conseguir las invitaciones de boda de tus sueños.
Piensa en tu visión
Tómate su tiempo y piense cómo te gustaría que fuera tu invitación de boda: colores, tipografía, adornos. ¿Qué tonalidades y estilo (moderno o tradicional) se ajustan a ti y tu pareja? Es aconsejable tener una idea general antes de hablar con un profesional. Decide qué tan lejos quieres llevar tu personalización. ¿Deseas una combinación de métodos de impresión especiales?
Haz una buena investigación
Es importante encontrar a la persona que escuchará y llevará a cabo tus ideas. Para encontrar la ayuda adecuada, empieza con referencias de amigos, su planificador de bodas u otros profesionales de bodas. Hay muchas opciones, así que revisa todos tus recursos, desde diseñadores independientes hasta estudios personalizados: visita los sitios web de papelerías y consulta las guías de planificación locales. Puede encontrar a tu diseñador ideal está en la papelería de tu vecindario o en el otro lado del país. Afortunadamente, puedes recibir por correo electrónico las pruebas de diseños ayudando a que esto sea una transacción sin problemas, ya que no importa la distancia entre el profesional que has elegido y tu.
Crea un archivo con tus ideas
Comienza a compilar un archivo de invitaciones que te gusten: bocetos dibujados a mano, invitaciones pasadas que has recibido y recortes de revistas que motivan tu creatividad. Además, los manualistas profesionales a menudo tienen portafolios llenos de cientos de ejemplos que pueden servir como inspiración adicional.
Habla con los diseñadores
Examina el trabajo del diseñador y debate con él sobre tus ideas y las suyas. Es importante conectar y conocer la persona que creará el trabajo. Lo más relevante, basado en lo que estás escuchando ¿es su estilo compatible con el tuyo? ¿Has visto algún trabajo pasado que realmente te haya gustado? Si no te gusta la mayoría de sus trabajos, no tienes porque seguir trabajando con él. No apresures el proceso. Encontrarás a alguien que realmente entienda tu visión.
Elige un color
Los colores de tu boda son el hilo que recorre todos los elementos del gran día. Decide cómo incorporarás estos tonos en tus invitaciones: Imagina entregar una invitación de un color y al llegar a la boda los invitados vean una decoración completamente distinta. Mal. Elige un par de tonos que sea complementario. Lo más importante sobre las invitaciones es examinar cómo se ve cada color en el papel.
Selecciona el tamaño y la forma
El diseño debe estar dentro de los formatos de envoltura elegidos (cuadrados, rectangulares, rombos, etc). La forma ayudará a determinar estilo de la boda (un tamaño inusual significa una boda no tradicional).
Establece fechas límite
Establece un límite de tiempo antes de empezar a trabajar. Primero flija un plazo con la fecha de envío prevista, más el tiempo necesario para el montaje y la caligrafía. Una vez que se aprueba el trabajo, ¿cuánto tiempo tardará en imprimirse? Estos no son necesariamente los aspectos más divertidos de todo el proceso, pero si no los piensas con anticipación, solo te estresarán después.
Debate antes del proceso de impresión
Antes de culminar el trato, pregunta sobre todas las inquietudes si aun tienes. ¿Quién hace la impresión? ¿Te mostrarán una prueba final antes de imprimir todas las invitaciones? ¿Es la calidad de papel correcta para su diseño? Asegúrate de obtener un contrato por escrito que incluya un presupuesto.
Tomar la ruta de personalización puede ser realmente gratificante, solo recuerda dar un paso a la vez.